Christine de Pizan nació en Venecia en 1364. Su padre, Tommaso de Pizzano era un reputado físico, astrólogo y canciller de Venecia. Su fama de sabio y erudito llega hasta el rey Carlos V de Francia, que le hace una oferta para incorporarse como alquimista y astrólogo real de su corte. Tommaso acepta la oferta y se traslada a Francia. Era un hombre de mente abierta y en contra de la opinión de su esposa, decidió proporcionar una educación formal a Christine. Así, además de aprender a leer y a escribir, Christine recibió lecciones de historia, filosofía y medicina. También disponía de libre acceso a la biblioteca real. Christine demostró dotes literarias particulares, y compuso canciones y baladas que cautivaron a los miembros de la corte.
En 1380, a los 15 años, Christine se casa con Étienne de Castel, notario y secretario del rey. Étienne sabía lo inteligente que era su joven esposa y desde el primer momento, le alentó a seguir escribiendo. Fue un matrimonio feliz del que nacieron tres hijos: dos niños y una niña
Pero su vida cambió cuando en 1387 fallece su padre, y en 1389 fallece también su marido, posiblemente a consecuencia de la peste.
Se quedó viuda a los 25 años, a cargo de sus tres hijos, su madre y de una sobrina, y con recursos muy excasos, ya que tuvo problemas para obtener la herencia de su marido legalmente. Sus únicas opciones en la Corte eran: ir a un convento o volverse a casar, pero ella tomó una tercera alternativa, seguir escribiendo.
Los miembros de la Corte conocían su destreza con las letras y le encargaron que escribiera una elegia del rey Carlos V, “El libro de los hechos y las buenas maneras del sabio Rey Carlos V” .
Fue la primera obra que cobró y después escribió otras obras sobre filosofia, politica, historia o sobre el derecho de la mujer en la sociedad.
Participó acaloradamente en el debate sobre el Roman de la Rose, un poema escrito en el siglo XIII que relegaba a la mujer a objeto de deseo. Esto le permitió establecer su posición no sólo como escritora en los círculos cortesanos, sino como defensora de la posición de la mujer en una sociedad dominada por hombres.
Su obra más conocida es la “Ciudad de las Damas” un alegato en favor de la dignidad de las mujeres asi como una evidente critica a la misoginia que predominaba en la época medieval. En esta obra, deseosa de demostrar que la falta de formación era el único límite del género femenino, creó una ciudad ficticia regida por las damas Razón, Rectitud y Justicia. Dentro de las murallas de esta "ciudad de las damas", Christine reunió a mujeres de la historia y la mitología. Se trata de una larga exposición de modelos positivos de mujeres de todos las épocas como la poeta Safo, la diosa romana Minerva o María Magdalena.
Cuando Enrique V de Inglaterra invade Francia en 1415, Christine decide dejar la ciudad y refugiarse en un convento, probablemente en Poissy, donde su hija había tomado los hábitos.
Cansada y muy afectada por la situación que estaba viviendo el país, dejó de escribir durante un largo período, hasta que decide escribir una obra religiosa y un poema sobre Juana de Arco, el único texto escrito sobre ella mientras aún vivía.
Podría decirse que Christine de Pizan fue la primera mujer en Europa en ganarse la vida como escritora. Además se la considerada como una de las primeras feministas, y como uno de los primeros ejemplos de mujeres que escribieron en defensa de otras mujeres.