Continuamente en la vida estamos ante opciones. Necesitamos reconocer las cosas, diferenciar una de otra, esto es discernimiento.
Si todo es acción y siempre todo es exteriorización, estamos en una vorágine tan grande que será muy difícil discernir.
No puede haber discernimiento sin un poquito de vida interior, si no tenemos capacidad de interiorizarnos, de reflexionar sobre lo que hacemos, sobre las cosas que vemos.
Para elegir necesitamos un minuto de reposo, es decir, un momento para poder estar “dentro”.
La filosofía atemporal nos ayuda a elegir.
Una buena opción es la clase de filosofía gratuita.
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